Menos pasos, más cuidado.
Durante los meses lluviosos y fríos, es común que la piel se sienta más áspera, seca o sensible. El cambio de clima afecta su equilibrio natural, por eso es importante protegerla con lo esencial: una limpieza suave y una hidratación profunda.
Limpia sin agredir: el primer paso para proteger.
Nuestro jabón líquido de almendras, avena y miel fue creado para limpiar con suavidad, pues su fórmula cremosa retira las impurezas sin alterar el equilibrio natural de la piel.
Gracias a sus ingredientes esenciales, ofrece una limpieza nutritiva que reconforta. Su textura ligera y su aroma cálido lo convierten en un ritual diario, ideal para días fríos donde el cuerpo necesita más contención.
Hidratación que permanece, sin saturar: segundo paso.
Después de la ducha, la piel está lista para absorber mejor lo que le apliques. Ahí entra nuestra crema corporal hidratante de coco & verbena, que con su fórmula ligera, entrega nutrición profunda sin dejar sensación grasosa.
- A base de aceite de oliva que restaura la hidratación.
- Con una textura que se funde al aplicarla y un acabado suave al tacto.
- Sin parabenos, siliconas ni fragancias invasivas.
Esta crema es el abrigo que tu piel necesita en días donde el frío deshidrata y el clima cambia constantemente.
¿Cómo usar esta rutina esencial?
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En la ducha: aplica el jabón líquido sobre la piel húmeda con movimientos circulares. Disfruta del aroma y enjuaga con agua tibia.
- Al salir: con la piel seca o ligeramente húmeda, aplica la crema corporal en brazos, piernas y zonas más expuestas al clima. Hazlo con calma. Deja que la piel lo absorba.
Una rutina simple, efectiva y esencial.
Tu piel se siente protegida, suave y nutrida. Y tú, conectada contigo. Porque cuidar tu cuerpo en temporada de frío no es solo protegerlo del clima, es darte un espacio para respirar, pausar y reconectar. A veces, eso empieza con algo tan simple como un jabón suave y una crema que abriga.