Las duchas frías se han convertido en una de las prácticas de bienestar más populares del 2025. No solo despiertan el cuerpo: también mejoran la circulación, elevan la energía y ayudan a reducir la inflamación. Pero el secreto no está solo en el agua fría, sino en cómo la combinas con tu rutina corporal. Cuando aplicas los productos adecuados antes y después, los beneficios se potencian.
Aquí te contamos cómo transformar una ducha fría en un ritual completo físico, sensorial y emocional usando tus esenciales ÖZÜ.
Limpia con el Jabón Líquido Corporal de Té Verde
Su textura liviana y aroma suave ayudan a relajar la piel antes del contraste de temperatura. El aroma Té Verde refresca, equilibra y deja la piel lista para recibir los beneficios de la ducha fría sin irritación.
Por qué funciona:
Una limpieza suave antes del choque térmico disminuye la sensibilidad, activa la microcirculación y prepara la piel para absorber mejor la hidratación posterior.
Activación: combina el frío con una textura revitalizante
El agua fría activa tus receptores térmicos y aumenta la circulación superficial. Es el momento perfecto para renovar la piel con movimientos lentos.
Renueva con el Exfoliante Cremoso de Limonaria
Su textura cremosa con microgránulos naturales elimina impurezas sin agredir, mientras el aroma a Limonaria aporta una sensación fresca y vigorizante que complementa perfectamente el estímulo del agua fría.
Recuperación: hidratar después del frío multiplica los beneficios
Después del contraste térmico, la piel está más receptiva. Aquí es donde la hidratación marca la diferencia. En este paso puedes hidratar tu piel con la Crema Corporal de Té Verde y Jengibre. Esta es la hidratante ideal para después del agua fría: nutre sin dejar sensación pesada.
Sellado: el brillo natural es parte del ritual
Una ducha fría ayuda a tonificar la piel, pero sellar la hidratación mantiene el efecto por más tiempo.
Sellar con el Aceite Seco Corporal Coco & Verbena
Liviano, aromático y con acabado satinado. Se absorbe rápido, aporta brillo natural y potencia la sensación de frescura que deja la ducha fría.
Una ducha fría inteligente no es solo un hábito: es un ritual. Preparas la piel, la activas, la hidratas y la sellas. En ÖZÜ creemos que la calma también puede sentirse fresca, ligera y revitalizante.
Transforma tu rutina. Haz de la ducha fría un momento de bienestar completo.